UNIVERSIDAD
CATÓLICA SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO
FACULTAD DE
MEDICINA
ESCUELA DE
MEDICINA
informe tarea
INTRODUCCIÓN A
LA MEDICINA
Autor(es)
PAREDES GARCIA,
GHERSON
Asesores
DRA.
SOREY GAYOSO DIANDERAS
DRA.
JAVIER QUIÑÓNEZ
DRA.
EDITH OLAVE
Trabajo de
aplicación como requisito parcial
de la
asignatura de introducción a la medicina
Chiclayo, 20 de octubre de 2011
TÉCNICAS DE INYECTOTERAPIA
Consideraciones generales
Un acto vacunal es aquel en el que el paciente
recibe una vacuna, administrada por un profesional, con la finalidad de
producir una inmunidad específica inducida por el producto administrado.
La eficacia de las vacunas parenterales depende en gran medida, de la utilización de unas correctas condiciones para su aplicación (lugar de administración, tamaño adecuado de la aguja y vía correcta de administración) y de la información y capacidad de persuasión que desarrollemos para concienciar a los usuarios (o a sus progenitores en el caso de la vacunación infantil) de la necesidad de completar las pautas y calendarios de vacunación.
La eficacia de las vacunas parenterales depende en gran medida, de la utilización de unas correctas condiciones para su aplicación (lugar de administración, tamaño adecuado de la aguja y vía correcta de administración) y de la información y capacidad de persuasión que desarrollemos para concienciar a los usuarios (o a sus progenitores en el caso de la vacunación infantil) de la necesidad de completar las pautas y calendarios de vacunación.
Existen mecanismos para recordar a los usuarios la
fecha en que deben recibir nuevas dosis de vacuna. Los sistemas SMS están dando
muy buenos resultados en el cumplimiento de la pauta vacunal en los adultos.
Preparación del paciente
Es importante informar al paciente sobre los
riesgos y beneficios de la vacunación, en el caso de la vacunación infantil a
su padre o madre, presentándole de forma sencilla y fácilmente comprensible la
información, informando de los posibles efectos secundarios y como deben actuar
y adonde acudir, así como persuadirlos de los grandes beneficios que se
consiguen con las diferentes vacunas.
A los escolares se les debe explicar el proceso y qué es lo que se
espera de la vacunación utilizando la terminología adecuada. Dejar un tiempo
antes de la vacunación para preguntas y comentarios. Si ofrece resistencia no
discutir prolongadamente para no atemorizarle pero actuar seriamente.
A los adolescentes hay que darles explicaciones suplementarias sobre el
acto es sí y las consecuencias a medio y largo plazo. Proporcionarle intimidad
sobre todo para la administración parenteral. Si ofrecen resistencia deberemos
actuar con calma sin dejar de ser estrictos en el caso de que tengan problemas
para aceptar nuestra autoridad. En este caso les indicaremos que mantengan el
control relajándose con respiraciones profundas.
Antes de proceder a la administración de las
vacunas es muy importante revisar su historia clínica yel carne de vacunación y
realizar una serie de preguntas para identificar la existencia de:
Contraindicaciones. Solo hay una contraindicación permanente y genérica
para la vacunación: La alergia severa a una dosis previa o a un componente de
la vacuna. La otra contraindicación genérica es la enfermedad moderada o severa
intercurrente, con o sin fiebre, pero esta es transitoria. Existen además
contraindicaciones específicas para un tipo de vacuna (presencia de un
trastorno neurológico evolutivo que retrasaría la administración de la vacuna
frente a Pertussis hasta que el trastorno se haya estabilizado o la presencia
de encefalopatía tras la administración de este antígeno, que contraindicaría
la administración de nuevas dosis. La mala interpretación sobre este tema por
parte de la población e incluso de los profesionales sanitarios puede retrasar
o impedir la vacunación con el consiguiente riesgo de una mala inmunización.
Situaciones especiales, como el embarazo, presencia de situaciones de
inmunodepresión o enfermedades de coagulación ya que estas nos pueden hacer
variar la vía de administración habitual o indicarnos la presencia de
contraindicaciones específicas a ciertas vacunas.
Tratamientos que afecten a la inmunidad como corticoterapia,
quimioterapia, inmunoterapia, etc.
Las vacunas inyectables deben aplicarse en el lugar
donde la inmunogenicidad sea mayor y con el menor riesgo de que se pueda
producir una lesión local de vasos, nervios o tejidos, por lo que se deben usar
agujas con la longitud y calibre adecuados.
Vía intramuscular: se utiliza esta vía para la
administración en la masa muscular profunda de un producto biológico
(inmunoglobulinas o vacunas) que será absorbido de forma rápida. Es la vía de
elección para las vacunas fraccionadas o que contienen aluminio como adyuvante.
En los pacientes con diátesis hemorrágica se utilizará la vía subcutánea
siempre que el tipo de vacuna lo permita (que no se produzca una reducción
importante de su inmunogenicidad). Si la vacuna no puede administrarse por otra
vía lo haremos con una aguja de menor calibre, con presión durante 2 minutos
tras la vacunación y, a ser posible, tras la terapéutica de reemplazo. Los
lugares preferidos para administrar las vacunas por vía intramuscular son:
o
Músculo Vasto externo o cara anterolateral del muslo: esta es la localización indicada para la
inyección intramuscular en recién nacidos, lactantes y niños menores de 12
meses. El niño debe estar en decúbito supino lateral o sentado para tener el
músculo más relajado. La localización del punto de inyección la haremos
dividiendo en tres partes el espacio entre el trocánter mayor del fémur y la
rodilla, y trazar una línea media horizontal que divida la parte externa del
muslo, así el punto correcto está en el tercio medio, justo encima de la línea
horizontal (Fig.1).
o
Músculo Deltoides: se utiliza en adultos y niños mayores de 12 meses, y siempre teniendo
en cuenta el peso y la talla del niño para asegurar una buena absorción. Para
localizar el lugar de la inyección, trazamos un triángulo de base en el borde
inferior del acromion y el vértice, debajo de la inserción del músculo
deltoides. El espacio delimitado por el triángulo es donde se puede inyectar.
Para conseguir la relajación del deltoides, el paciente debe estar en decúbito
supino o sentado con el brazo flexionado sobre el antebrazo (Fig.2).
o
Músculo Glúteo cuadrante superior externo: no se recomienda utilizar porque se ha
descrito una menor efectividad de determinadas vacunas y mayor riesgo de
presentarse complicaciones como la lesión del nervio ciático.
La aguja que se emplea para inyección intramuscular debe tener la
longitud suficiente para llegar al músculo (Fig.3 Cuadro 1). Es muy importante
elegir el tamaño de la aguja en función del tamaño y peso del niño. El ángulo
de inyección de la aguja con respecto a la piel debe ser de 90º (Fig.4).
Vía subcutánea o hipodérmica: es la
introducción en el interior del tejido conjuntivo, debajo de la piel, de un
producto biológico que será absorbido lentamente. La inyección subcutánea de
vacunas para uso intramuscular puede hacer disminuir la eficacia y aumentar el
riesgo de que se produzca mayor reactogenicidad. Los lugares preferidos para
administrar las vacunas por vía subcutánea son:
o
Músculo vasto externo en niños menores de 12 meses.
o
Músculo Deltoides en niños mayores de 12 meses y adultos.
Se debe insertar la aguja en el pliegue producido al pellizcar con los
dedos la piel y el tejido subcutáneo. El ángulo de inyección de la aguja con
respecto a la piel debe ser de 45º (Fig.5).
Vía intradérmica: es la introducción dentro de la
dermis de una cantidad mínima (0,01ml a 0,1ml) de un producto biológico que
será absorbido de forma lenta y local. La aguja se insertará con el bisel hacia
arriba y un ángulo de 15º paralelo al eje longitudinal del antebrazo. La
inyección ha de ser lenta y, si es correcta, aparecerá una pequeña pápula en el
punto de inyección que desaparece espontáneamente en 10-30 minutos. Actualmente
no existen vacunas en las que se utilice esta vía, pero sí se utiliza para la
realización de la prueba de la tuberculina.
Vía oral: es la vía utilizada para algunas vacunas como la
VPO (hoy sustituida por la VPI), la vacuna frente a rotavirus, la antitífica
Ty21a, cólera oral viva atenuada y cólera oral inactivada. No deben mantenerse
a temperatura ambiente pues disminuye su eficacia, por lo que se extraerán del
frigorífico en el momento de ser administradas.
o
Si se utilizan viales monodosis se administrarán
directamente en la boca.
o
Si son envases multidosis se dará la dosis correspondiente
en una cucharilla de un solo uso.
o
Si la presentación es en comprimidos, siempre se
tomarán con agua y con el estómago vacío.
o
Si la presentación es, en suspensión más gránulos
efervescentes, se disolverá siempre en agua, con ayuno antes y después de
tomarla.
Personal responsable de administrar las vacunas:
o
Debe revisar el protocolo de administración y la
ficha técnica o en su defecto, al menos, el prospecto de las vacunas que va
administrar si no está familiarizado con ellas.
o
Debe de estar capacitado para el manejo y
tratamiento inmediato de posibles reacciones anafilácticas (aunque este tipo de
reacción es extremadamente infrecuente).
o
Debe proceder a lavarse las manos antes de cada
administración, como parte de las normas básicas de higiene habituales en la
labor asistencial. No es necesario el uso de guantes, a menos que se tengan
lesiones abiertas en las manos.
o
Se debe comprobar siempre la fecha de caducidad de
todo el material.
Preparación del material:
o
Material necesario para la administración de la
vacuna: jeringa y aguja estéril de un solo uso de calibre y longitud adecuado
algodón y agua estéril o antiséptico.
o
Contenedor de residuos cortantes o punzantes.
o
Material de soporte administrativo y divulgativo.
o
Material para la atención adecuada en caso de una
reacción anafiláctica: equipo de reanimación cardiopulmonar, que será revisado
periódicamente para garantizar su correcto funcionamiento y dos ampollas de
adrenalina a 1:1000, antihistamínicos, etc.
Preparación de la vacuna:
o
Sacar la vacuna de la nevera 5-10 minutos antes
para que se atempere.
o
Comprobar que la vacuna está en buenas condiciones,
fecha de caducidad y aspecto físico, turbidez, cambios de color y floculación.
o
Si la presentación contiene un vial con polvo
liofilizado, introducir el disolvente o la vacuna líquida mediante la jeringa,
en el vial con el principio activo.
o
Agitar la vacuna para garantizar su disolución,
debe ser una mezcla homogénea.
o
Si en algún caso, se tratara de vacunas en viales
multidosis, en ningún caso se guardará el vial con la aguja puesta para extraer
otra dosis porque se puede contaminar la vacuna.
o
Si el vial es multidosis se guardará en la nevera,
con una etiqueta indicando fecha y hora en la que se ha reconstituido o ha sido
abierta por primera vez. Este tipo de envases se debe consumir en la misma
sesión vacunal.
o
Elegir la aguja adecuada según la vía de
administración, edad y peso del paciente, lugar anatómico y tipo de vacuna.
(Ver Cuadros 1 y 2). Puede utilizarse cualquier aguja para reconstituir una
vacuna. Esta aguja debe ser desechada y cambiada por la aguja adecuada en el
momento de la administración.
Existen dispositivos de seguridad:
o
Jeringas con BACK-STOP: Es un dispositivo de seguridad que evita que el émbolo se pueda salir
del cuerpo de la jeringa de forma accidental, evitando que el producto se
derrame. Consiste en un anillo de plástico blanco, ensamblado en el cuerpo de
la jeringa y que actúa como un tope trasero para el émbolo impidiendo que se
salga éste. No se permite fabricar jeringas con back-stop con aguja fija, es
por lo que debe venir la aguja separada.
o
Vial con BIOSET: Las vacunas que contienen un vial de polvo liofilizado y una jeringa con
disolvente necesitan ser reconstituidas antes de la administración. Para
facilitar este proceso y hacerlo más seguro, se ha desarrollado un vial con
tapón Bioset que permite la reconstitución sin necesidad de incorporar una
aguja a la jeringa, de forma que el proceso se realiza de una forma más
aséptica y más segura. Bioset se denomina al tapón del vial, que contiene en su
interior una aguja, que al encajar en la parte superior del vial la jeringa
perfora el vial y permite la inyección del líquido de la jeringa y su posterior
aspiración. Este tapón se está comercializando en la vacuna combinada
hexavalente.
Técnicas de inyección:
o
Elegir el lugar donde se va a realizar la inyección
que debe ser una zona de piel sana, que no contenga lesiones cutáneas, inflamación
local, zonas de dolor, anestesia o vasos sanguíneos visibles.
o
Limpiar la piel con agua estéril, suero fisiológico
o antisépticos (clorhexidina al 20% o povidona yodada) y secar. El uso de
alcohol puede inactivar las vacunas de virus vivos atenuados.
o
Relajar la piel, introducir la aguja, aspirar
ligeramente y si no sale sangre, inyectar lentamente. Si sale sangre sacar la
aguja y repetir la inyección en otro lugar o bien aplicar la maniobra de cambio
de plano.
o
Terminada la inyección, retirar rapidamente la
aguja, comprimir con un algodón el lugar de la inyección. No practicar masaje
sobre la zona de inyección.
Desechar todo el material utilizado:
Existen unas normas legales sobre el desecho de material biológico que
se respetarán con el material utilizado para las inmunizaciones. La normativa
se recoge en la Ley de Residuos Tóxicos y Peligrosos 20/1986 (BOE de 20-05-86)
y el Reglamento para la ejecución de la Ley aprobado por 833/1988, del 20 de
julio 1988 (BOE 30-07-86). Capítulo 15: Residuos vacunales.
Los residuos procedentes del material de preparación y administración de vacunas de microorganismos vivos atenuados (polio oral, vacuna frente a rotavirus, triple vírica, sarampión, rubéola, parotiditis, varicela y fiebre amarilla) se incluyen en la categoría de residuos biosanitarios especiales a efectos de su gestión interna (envasado, acumulación, transporte interno, almacenamiento) y externa (recogida, transporte externo, tratamiento y eliminación). Se incluyen también en este epígrafe los viales del preparado vacunal residual, los algodones usados, y todo tipo de objetos punzantes jeringuillas y agujas utilizadas en la aplicación parenteral de preparados vacunales con cepas atenuadas. No sería necesario aplicar esta normativa en el caso de vacunas recombinantes genéticas, de toxoides, de vacunas conjugadas ni con las inactivadas.
Los residuos procedentes del material de preparación y administración de vacunas de microorganismos vivos atenuados (polio oral, vacuna frente a rotavirus, triple vírica, sarampión, rubéola, parotiditis, varicela y fiebre amarilla) se incluyen en la categoría de residuos biosanitarios especiales a efectos de su gestión interna (envasado, acumulación, transporte interno, almacenamiento) y externa (recogida, transporte externo, tratamiento y eliminación). Se incluyen también en este epígrafe los viales del preparado vacunal residual, los algodones usados, y todo tipo de objetos punzantes jeringuillas y agujas utilizadas en la aplicación parenteral de preparados vacunales con cepas atenuadas. No sería necesario aplicar esta normativa en el caso de vacunas recombinantes genéticas, de toxoides, de vacunas conjugadas ni con las inactivadas.
Después del uso, los materiales punzantes se introducirán sin ninguna
manipulación en recipientes de un solo uso tipo “biocontenedores de seguridad”
que deberán ser de estructura rígida y biodegradable. Las características que
definen estos recipientes están especificadas en la Norma DIN-V-30-739.
Constarán de cuerpo y tapa construidos en polietileno de alta densidad. La tapa
permitirá el cierre de forma hermética y el volumen recomendado será como
máximo de 2,5 litros, con el símbolo internacional “Biocontaminante” sobre
fondo amarillo.
Lavarse las manos tras concluir el procedimiento.
Atención postvacunal:
o
Vigilar la aparición de reacciones adversas,
locales o sistémicas, por lo menos, en los 30 minutos siguientes a la
vacunación.
o
Las reacciones inmediatas son: Reacción
Anafiláctica que aparecerá en unos minutos hasta media hora, pudiendo
llegar al shock. Reacción Alérgica más leve y de presentación más
tardía. Lipotimia, es una reacción vaso-vagal con recuperación
espontánea en unos minutos.
o
Las reacciones a corto plazo son: Reacciones
generales (fiebre, erupciones cutáneas, exantema, etc), y reacciones locales
(dolor, enrojecimiento, induración, etc). Las infecciones locales tipo abscesos
o celulitis son muy poco frecuentes y suelen estar en relación con una mala
asepsia durante el acto vacunal. Otras reacciones graves son excepcionales.
o
Notificar la sospecha de reacción adversa (RAM)
mediante la “tarjeta amarilla”. Algunas Comunidades Autónomas mantienen un
sistema de vigilancia sobre reacciones adversas a las vacunas, contando con
circuitos específicos de notificación e investigación de las mismas. En este
caso deberán notificarse también al citado sistema. Además si la reacción
adversa es de tipo severo, se debe notificar de forma inmediata a los
responsables del programa de vacunación del nivel superior (direcciones
territoriales, delegaciones de sanidad, servicios centrales, etc).
Tabla 2. Tipo de aguja recomendada:
longitud/calibre y color del cono para las diferentes vías de administración
según el lugar anatómico utilizado.
|
|||||
Vía de administración
|
Ángulo de inyección.
|
Lugar anatómico
|
Calibre/longitud
(Gauge/pulgada) |
Longitud/calibre
mm/mm |
Color del cono
|
Intradérmica
|
15º
|
Antebrazo (PPD)
|
25Gx5/8
|
16x0,5
|
Naranja
|
Tercio sup. brazo izdo. (BCG)
|
27Gx3/4
|
18x0,4
|
Gris
|
||
Subcutánea
|
45º
|
Región deltoidea (niños mayores y adultos)
|
25Gx5/8
|
16x0,5
|
Naranja
|
27Gx3/4
|
18x0,4
|
Gris
|
|||
Región antero-externa del muslo (niños <12
meses)
|
25Gx5/8
|
16x0,5
|
Naranja
|
||
27Gx3/4
|
18x0,4
|
Gris
|
|||
Intramuscular en adultos
|
90º
|
Glúteo*
|
21Gx1 1/2
|
40x0,8
|
Verde
|
Región deltoidea
|
23Gx1
|
25x0,6
|
Azul
|
||
Intramuscular en niños
|
90º
|
Glúteo*
|
23Gx1
|
25x0,6
|
Azul
|
Región deltoidea (niños mayores)
|
23Gx1
|
25x0,6
|
Azul
|
||
25Gx5/8
|
16x0,5
|
Naranja
|
|||
Región antero-externa del muslo (niños <12
meses)
|
23Gx1
|
25x0,6
|
Azul
|
||
22Gx1 1/2
|
30x0,7
|
Negro
|
|||
Intramuscular en niños de bajo peso
|
90º
|
Región antero-externa del muslo
|
25Gx5/8
|
16x0,5
|
Naranja
|
* Utilizar el glúteo solo si existe imposibilidad
de utilizar la región deltoidea o la región antero-lateral externa del brazo.
|
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